TÉCNICAS DE CONDUCCIÓN

 

 

TRAZADO DE CURVAS

 

 

En este ejercicio, aprenderemos a identificar los diferentes tipos de curvas.

 De esta forma seremos capaces de ejecutar la técnica de conducción más conveniente para realizar la mejor trazada en cada caso.

De hecho para trazar curvas es fundamental conocer los tres puntos que definen la trayectoria de las mismas.

Son los siguientes: Punto de giro, Punto de contacto, Punto de salida.

FRENADA DE EMERGENCIA

 

Esta técnica de conducción es de vital importancia ya que implica una situación de peligro inminente

El motivo de llegar a esta situación es dejar de mirar por un instante la carretera y al volver la vista encontrarnos con una situación inesperada, como por ejemplo una retención o un peatón que cruza por donde no debe.

Son problemas derivados sobre todo por distracciones del conductor (utilizar el móvil, subir la música, encender un cigarro…).

Con este ejercicio lo que se pretende es aprender a frenar correctamente para reducir al máximo la distancia de frenado y además educar la vista para esquivar ese posible obstáculo con el cual podríamos llegar a impactar.

CONTROL DE DERRAPAJE

 

Técnica de conducción.

Que simula situaciones límite basadas en la pérdida de adherencia.

Aprender a controlar un derrapaje seguramente puede ayudarnos a evitar un accidente en el momento en que esta situación se nos presente en la carretera.

Nuestro equipo de instructores analizará con cada alumno y de manera individualizada el porqué de las pérdidas de control del vehículo en determinadas circunstancias y por ello mediante la repetición de las diferentes pruebas en varias ocasiones, los participantes en el Curso serán capaces de controlar situaciones comprometidas como subvirajes, sobrevirajes, aquaplaning, etc…

SLALOM

 

Este ejercicio es de vital importancia, ya que nos va a permitir un correcto manejo de volante y también de la vista, que son dos aspectos fundamentales en la conducción, además de ayudarnos a coordinar la utilización del volante y de los pedales de manera simultánea.

Realizaremos tres tipos diferentes de slalom:

CRUCE DE MANOS: Es un slalom muy cerrado y muy lento y como resultado el alumno aprenda a cruzar las manos con la mayor soltura y rapidez posible para poder corregir un derrapaje.

SECTORIZACIÓN: Es más abierto que el anterior y por lo tanto más rápido. El alumno tiene que estar anticipando continuamente con las manos, intentando que de esta forma no se produzca el cruce de manos del que hemos hablado anteriormente.

ESTABILIZACIÓN: Al ser el más abierto de los tres, es también el más rápido. Se realiza girando un cuarto de volante en cada una de las curvas de las que conste el slalom y además estabilizando el volante entre giro y giro. Debido a la velocidad a la que se realiza es de vital importancia como reseñábamos anteriormente el uso correcto de la vista y del acelerador.

ESQUIVA

 

Hay ocasiones en las que no da tiempo a detener el vehículo ante una situación de riesgo, o bien, se presenta un obstáculo peligroso de forma tan inesperada que es necesario esquivarlo sin frenar.

Por ello, en este caso, el primer golpe de volante que realizamos parar esquivar el obstáculo, debe realizarse con progresión, esto quiere decir que la velocidad de giro aumentará de principio a fin. Cuanto más deslizante sea el asfalto, mayor deberá ser la progresividad del giro. Además el movimiento de giro no debería exceder de media vuelta, dado que las manos han de sostener el volante durante toda la maniobra de esquiva.

El vehículo, se estabilizará al enderezar el volante. Por lo tanto, el conductor siempre tendrá la vista puesta en la dirección deseada y no sobre el obstáculo.

FRENADA EN CURVA

 

La frenada en curva es una maniobra más delicada que la frenada en recta, ya que un bloqueo de las ruedas en curva además de alargar la frenada, puede que se tradruzca en una pérdida de control del vehículo o en una indeseable salida de vía debido a que en apoyos cada una de las ruedas soporta diferentes pesos.

Los nuevos vehículos incorporan un elemento que reparte a cada una de las ruedas diferentes potencias de frenado en función del peso que esté soportando cada una de ellas de manera individual, y por lo tanto evitando pérdidas de control al utilizar el freno en curva.

No obstante, desde STEA, en nuestros cursos conducción segura aconsejamos que cuando todavía estamos circulando en línea recta, y antes de comenzar a girar el volante hay que reducir suficientemente la velocidad para adecuarla a la nueva trayectoria.